‘No somos protecnológicos ni antitecnológicos. Ni apocalípticos, ni integrados. Queremos contarte que la inteligencia artificial es capaz de simplificarte la vida y también que puede quitarte el trabajo. Queremos explicarte que la tecnología permite diseñar exoesqueletos para devolver la movilidad a personas tetrapléjicas y que la tecnología está detrás del escándalo de Cambridge Analytica que traficó con tus datos personales’. El director de contenidos de foro Retina, Jaime García Cantero, define así la plataforma concebida desde El País sobre tecnología y nuevos modelos de negocio. Retina es un proyecto a la contra: nació evento, creció en digital y maduró en revista.

El sentido común recomienda aplicar la misma fórmula pero invertida, ¿no?

Estábamos viviendo la transformación digital en primera persona, nos estábamos transformando como medio y sentíamos la responsabilidad de contar la ‘Historia’, pero no queríamos limitarnos a ser solo un medio de comunicación, sino un punto de encuentro. Nos inspiramos en los conceptos más transgresores -creados por medios referentes como TechCrunch, Fast Company o TED- y pensamos en cómo integrar formatos de forma atractiva, ágil y didáctica: presentaciones cortas, debates a dos, tres o cuatro personas, música y formatos inspirados en la televisión para explicar la transformación digital. Buscábamos una identidad clara y diferente sobre lo que existía en el mercado pero siempre sin olvidar que somos un medio de comunicación y que el foco principal es el contenido. La estética y la música son importantes, pero un buen contenido marca la diferencia.

Retina es un punto de encuentro entre empresa, profesional y lector. ¿Cómo se consigue integrar en un mismo concepto perfiles tan diferentes?

El fundador de Blablacar siempre defiende que las plataformas, además de personas e historias, deben compartir valores en común. Nosotros teníamos bastante claro que el conector de Retina no era tanto la tecnología como el impacto de la tendencia. Queríamos encontrar un punto de intersección entre los distintos públicos y audiencias en torno al mundo digital. Teníamos claro a qué nos dedicamos, que es contar historias, y buscábamos crear un ecosistema que fuese un punto de encuentro entre estas tres audiencias: empresas clásicas en proceso de transformación, todo el ecosistema emprendedor que obliga desde hace años a transformar a las primeras y líderes de opinión -políticos, académicos, autores, expertos-. El foco siempre ha sido contar lo que ocurre de forma didáctica, ir un poco por delante y ayudarte a pensar.

¿Cómo se acierta en un mundo tan volátil cómo el de la predicción tecnológica?

Este es el segundo año que publicaremos tendencias. Hemos creado un observatorio de inversores, directivos de compañías tecnológicas y empresas del IBEX35, políticos… con lo que debatimos sobre las 10 tendencias del año desde un punto colaborativo y desarrollamos las ideas.  Trabajamos con ellos en privado y compartimos conclusiones. Es una plataforma muy abierta e inclusiva -se suman nuevos miembros y permanecen los antiguos- en la que se analiza el ecosistema digital.

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Es interesante lo que ha ocurrido con Retina: diseñamos un producto creíble y libre en un momento delicado para los medios de comunicación y, desde el primer momento, hubo marcas potentes que quisieron vincularse al proyecto respetando lo que éramos y lo que aspirábamos a ser. Tener una marca rigurosa asociada al mundo de la innovación que englobe eventos, papel y digital es más bien insólito. Ahora es fácil de visualizar, pero fue un poco como un cisne negro: nadie lo predijo pero, ahora, todo el mundo intenta dar lógica y explicar por qué. Retina demuestra que hay espacio para un producto cuidado y riguroso. Telefónica y Santander son y Accenture, Renfe, Abertis o Mastercard apoyan el Foro Retina desde el principio del proyecto.

*La teoría del Cisne Negro fue desarrollada por Nassim Nicholas Taleb y se refiere a un suceso con estos tres atributos: es un caso atípico, tiene un gran impacto y, una vez racionalizado, la naturaleza humana nos hace inventar explicaciones que convierten en el suceso en algo explicable y, sobre todo, predecible.